Endocrinología: diabetes
27.02.2014 16:04La endocrinología, para aquellos que no comprendan del todo en qué consiste, es una rama de la medicina que se centra en el sistema endocrino, es decir, en el funcionamiento de las glándulas y de las hormonas que segregan. Entre todos los aspectos sobre los que la endocrinología se desarrolla encontramos algunos como el hipotálamo, el cerebro, la tiroides o el páncreas. En este artículo nos centraremos precisamente en el páncreas, pues el incorrecto funcionamiento del mismo genera una de las enfermedades más comunes hoy en día, la diabetes mellitus o también conocida como diabetes.
Los endocrinólogos realizan un gran trabajo, tanto a nivel hormonal como nutricional o relacionado con el metabolismo. Es en éste último campo dónde se incluye la diabetes, y por lo tanto, para un buen control de ésta enfermedad es imprescindible acudir a expertos endocrinólogos que sepan diagnosticarnos y aconsejarnos para llevar una dieta mucho más apropiada. La diabetes es entendida como un conjunto de trastornos metabólicos caracterizados por generar un aumento de glucosa en sangre, es decir, hiperglucemia.
El aumento de glucosa en sangre se produce cuando nuestro páncreas decide generar menos cantidad de insulina, una hormona segregada por unas células determinadas del páncreas. La falta de insulina afecta al correcto metabolismo de hidratos de carbono, lípidos y también proteínas. Elementos que como sabrás, son más que necesarios y están presentes en prácticamente todos los alimentos. Para detectar la diabetes basta con realizar un sencillo análisis de sangre, aunque son tres síntomas los que advierten de su posible padecimiento. A los tres síntomas se les conoce como las tres P, pues son la poliuria, polifagia y polidipsia. En otras palabras, se basan en el aumento de emisión de orina, la necesidad de comer más de lo normal y la pérdida de peso sin ningún motivo que lo justifique.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) distingue hasta tres tipos de diabetes, el tipo 1, el tipo 2 y la gestacional, que como su propio nombre indica, tiene lugar durante el embarazo, aunque recientemente se ha catalogado un cuarto tipo mixto que combina el tipo 1 con el 2 y recibe el nombre de LADA o tipo 1.5. El tipo 1 se caracteriza por la poca insulina que el páncreas produce, mientras que el tipo 2 se basa en el fallo de las células para responder correctamente a la insulina segregada. Para que lo comprendas mejor, las células se encargan de metabolizar la glucosa, de forma que se transforme en energía útil. La glucosa la obtenemos de los alimentos, la absorbemos durante la digestión y se reparte por todo nuestro organismo a través de la sangre, de este modo la glucosa llega al interior de las células que la utilizan, pero para que estas células puedan transformarla en energía se requiere de insulina. Por este motivo, aquellos páncreas que no generen la suficiente insulina como para convertir la glucosa en energía, provocarán un aumento desmesurado y peligroso de azúcar en sangre. El glucagón es otra hormona que también debe tenerse en cuenta, pues incrementa el nivel de glucosa en sangre.
La diabetes es una enfermedad que puede controlarse y convivir con ella sin ningún problema, especialmente si se trata de la diabetes tipo 1. Sin embargo, es una enfermedad bastante peligrosa si no se controla y entre algunas de sus consecuencias destacamos las complicaciones microvasculares, cardiovasculares o incluso daños oculares.
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